Transmitiéndole
buenos hábitos de higiene bucal que es una de las lecciones de salud más
importantes que puede enseñarle. Esto significa ayudarlo a cepillarse por lo
menos dos veces al día, mostrarle la forma adecuada de utilizar el hilo dental,
evitar el consumo de alimentos entre comidas y llevarlo al odontólogo
periódicamente.
La
mayoría de los odontólogos recomiendan que los niños comiencen a visitar el
consultorio dental a los dos años. Esto ofrece la oportunidad de controlar el
crecimiento y el desarrollo dental del niño, y le brindará a usted la
oportunidad de aprender sobre el desarrollo de los dientes, sobre la necesidad
de utilizar fluoruro, sobre cómo ayudar a su hijo a mantener una correcta
higiene bucal, cómo resolver los hábitos bucales de su hijo (como el uso de un
chupón), aspectos sobre la dieta y la nutrición, y cómo prevenir las lesiones
bucales.
Siempre
comente que la visita al odontólogo es una experiencia positiva. Explique a su
hijo que esto ayuda a mantener una buena salud bucal. Ya que se fomentará una
actitud positiva, que aumentará las posibilidades de que su hijo vaya al
odontólogo periódicamente durante toda la vida.
¿QUÉ
DEBO HACER CUANDO LOS DIENTES DE MI HIJO COMIENZAN A ERUPCIONAR?
- Los
dientes comienzan a erupcionar alrededor de los seis meses de edad y continúan
haciéndolo hasta aproximadamente los tres años. Esto provoca molestias en las
encías de muchos niños, situación que los pone irritables. La molestia puede
disminuirse con frotar las encías con el dedo, con una cucharita fría o una
rasca encía que haya sido colocada en el congelador. Existen también geles y
productos analgésicos que pueden ser utilizados durante la erupción de los
dientes de los bebés. Consulte al odontólogo o al pediatra acerca de estos
productos. Si su hijo tiene fiebre durante la dentición, lo mejor es
comunicarse con el médico para descartar la posibilidad de otro tipo de
trastorno.
¿CUÁL
ES LA FORMA CORRECTA DE CEPILLAR LOS DIENTES DE MI HIJO?
- Se
aconseja la supervisión del cepillado de su hijo hasta los seis años, siguiendo
las siguientes instrucciones:
- Utilice
una pequeña cantidad de crema dental con bajo nivel de flúor (del tamaño de un
chícharo), aprobada por la Asociación Dental Mexicana. Verifique que sus hijos
no se pasen la crema dental.
- Utilice
un cepillo dental con cerdas suaves, cepillando primero las superficies
interiores de todos los dientes, donde se acumula más placa. Coloque las cerdas
inclinadas hacia la encía y cepille suavemente hacia delante y hacia atrás.
- Limpie
todas las superficies exteriores de los dientes. Coloque las cerdas inclinadas
hacia la encía y cepille suavemente hacia delante y hacia atrás.
- Coloque
el cepillo de modo que las cerdas estén sobre la superficie de masticación de
los dientes. Cepille suavemente hacia delante y hacia atrás.
¿ES
EL HÁBITO DE SUCCIÓN DEL DEDO UN PROBLEMA? ¿CÓMO PUEDE TRATARSE?
El
reflejo de succión es normal y saludable en los bebés. Sin embargo, si continúa
después de haber erupcionado los dientes permanentes, entre los cuatro y los
siete años, este hábito puede provocar problemas con el crecimiento de la boca
y la mandíbula, así como con la posición de los dientes. La succión habitual
del dedo hace que los dientes anteriores se dirijan hacia afuera ocasionando
una mordida abierta. Lo cual puede ocasionar problemas en la edad adulta, tales
como desgaste prematuro de los dientes, mayor cantidad de caries y molestia al
morder. La succión de chupones una vez que aparecen los dientes permanentes
produce problemas similares.
El
mejor modo de resolver el hábito de succión (chupadedo) es a través del
refuerzo positivo, sin utilizar palabras ni conductas negativas. Su hijo sólo
está haciendo lo que le parece natural. Elógielo cuando no lo haga. Intente
corregir la ansiedad que da origen a dicho hábito. El odontólogo o el pediatra
también pueden recetar algún producto de sabor amargo para recubrir el dedo y
evitar la succión o bien algún aparato que le recuerde que no debe succionarlo.
Fuente:
COLGATE
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